El camino atraviesa el barrio de O Cruceiro, bordea el regato de San Miguel y conduce a un pequeño pantalán utilizado por los pescadores habituales de Lamprea y Angula de la zona. En este paraje, donde pueden observarse vacas y caballos pastando libremente, se encuentran también diversas plantaciones agrícolas y los característicos invernaderos de flores y fruta del Rosal, como los kiwis o los mirabeles.
La senda de pescadores se interna por un momento en el área urbana más cercana a la costa (el camino cuenta con la adecuada señalización), cruza la carretera principal que atraviesa el núcleo y continúa en dirección al puente sobre el río Tamuxe, justo en la desembocadura de éste en el Miño (Pías). Junto a este puente del Siglo XIX -aunque de orígenes románicos- se encuentran el área recreativa de Porto Vello y las ruinas de un gran aserradero de vapor del que solo se conserva parte de la chimenea de la caldera con la que se movían las sierras.