El sendero de Pescadores Río Miño-Tamuxe comienza en el arenal de la playa fluvial de “As Eiras” (San Bartolomeu das Eiras- O Rosal) bajo un bosque de alcornoques y pinos que dejan entrever el paisaje del Estuario del Miño y que, paralelo al río, conduce a uno de los puntos de mayor belleza del recorrido: el conjunto de islas salvajes situadas frente a la costa, en el entorno natural del “regato de San Miguel”. Toda la orilla del Baixo Miño se encuentra poblada por importantes bosques de ribera y cañaverales, entre los que destacan especialmente las junqueras de Salcidos y San Miguel de Tabangón.

Las lentas aguas del Miño, tan cercano ya a su desembocadura, han permitido la formación en el cauce fluvial de pequeñas islas de gran valor ecológico, como la isla Canosa, la isla del Grilo o la “Morraceira das Varandas”. Sus dunas y las llanuras fanganosas y arenosas de agua dulce y salada dan cobijo a más de cincuenta especies de aves diferentes, procedentes del norte y de centro Europa, que escogen el estuario del Miño para invernar. Garzas, ánades reales, el chorlito común, el avefría o el porrón moñudo, entre mucha otras, pueden ser avistadas en este tramo del Baixo Miño, existiendo dos observatorios ornitológicos cerca de su desembocadura en el Atlántico (se recomienda el uso de prismáticos).